Tras El ciudadano ilustre (2016) y Mi obra maestra (2018), el dúo de directores argentinos formado por Mariano Cohn y Gastón Duprat regresa al Festival de Venecia con una joya de ironía e inteligencia del mundo del cine. Así, Competencia oficial se divierte poniendo en la retaguardia tanto a las estrellas populares amadas por el público como a los artistas apreciados por la crítica con una antología de gags y chistes.

Protagonizada por Penélope Cruz, Antonio Banderas y Oscar Martínez, el film compite para quedarse con el tan preciado León de Oro.

En diálogo con TN Show, Duprat explica que son muchos los ejemplos en el cine que muestran cómo se hace una película, los problemas de producción y las dificultades que entraña la realización de un proyecto. “Pero lo más singular de una película es lo que los actores logran despertar: hacernos llorar, hacernos reír, generar emociones. El film investiga esta relación compleja y extraordinaria, generalmente oculta a la vista del público en general. La obra revela cómo estos tres talentos actorales logran emocionar al espectador, al mismo tiempo que abordan temas como el proceso de creación artística, la competencia profesional, el ego y la necesidad de prestigio y reconocimiento”, agrega.

Los directores argentinos se divierten una vez más deshaciendo las reglas de los mundos artísticos e intelectuales que tratan, a través de la risa, la verdad de las cosas. En ese sentido, Cohn aclara: ”No es que a priori estamos haciendo una comedia, es solo nuestra forma de ver la realidad, es nuestro único registro posible”.

-Un dream team hispano para darle vida a esta historia. ¿Es cierto que Competencia Oficial se debe a tu deseo Penélope de filmar con esta dupla argentina?

Penélope Cruz: La verdad que sí, hay bastante de cierto. Yo me quedé fascinada con el trabajo de Oscar (Martínez) …enamorada del trabajo en el Ciudadano Ilustre y tenía muchísimas ganas de trabajar con los directores y con él. También con Antonio, que no habíamos trabajado juntos más que en los Amantes pasajeros.

-¿Cómo fue la experiencia de trabajar con dos directores argentinos y junto a nuestro representante Oscar Martínez?

Antonio Banderas: Fue terrible (risas). Fue muy muy bonito. Fue Penélope quien me convoca. Y yo también había visto El Ciudadano Ilustre y había quedado encantado por ser una película con una cantidad de cualidades que no existen totalmente en el cine actual. Y así fue que empezamos a trabajar con los directores: yo desde mi casa de Londres y ahí se sumó Oscar. Nos hemos divertido y también hemos trabajado mucho con unos directores que tienen muy clara la idea. Es una película que tiene muy “mala leche” como decimos en España (risas) porque pone en evidencia muchos de los pecados capitales de todos los que nos dedicamos al arte.

“Competencia oficial”, trío de lujo

Hacer reír a la gente es un arte muy difícil. Afortunadamente, los protagonistas de esta película lo logran muy bien. Empezando por Cruz. La actriz española es increíble como la directora “artística” Lola Cuevas. Cada uno de sus “rulos” es un locura. Banderas, que interpreta a Félix Rivero, una estrella de Hollywood con más de 40 películas en su haber, es el nene mimado del público internacional, obsesionado con su cuidado personal y con ganar más followers en las redes sociales y capaz de hasta engañar a sus compañeros. Por último, pero no menos importante, Martínez (que ganó la Copa Volpi con El ciudadano ilustre en la edición del Festival de Venecia de 2016) es Iván Torres. Profesor y actor teatral, culto y refinado, odia Hollywood y el cine comercial, sin embargo no desdeña que le blanqueen los dientes. En definitiva, un trío variado con locuras al extremo.

-Es una película sobre la propia industria. El lado B que uno no ve del mundo del cine ¿Hicieron un poco de catarsis en el film?

Oscar Martínez: Es una paradoja, pero es cierto que hay mucho de la realidad. De nuestras miserias, patologías, neurosis, competitividad. No sé si catarsis, pero nos reíamos mucho haciéndola. Incluso nos pasó de tentarnos y tener que parar la toma.

-En tu caso Penélope, ¿cumpliste, aunque sea modo ficticio, tu sueño de ponerte detrás de una cámara?

Oscar Martínez: Penélope en la película es una directora que nos maltrata mucho y lo disfrutaba enormemente (risas).

Penélope Cruz: El sueño de ser directora todavía lo tengo que cumplir en vida cuando mis hijos sean más mayores. Pero sería mucho más buena que mi personaje.

Antonio Banderas: Yo después de esta película me pensaría en actuar en una película dirigida por Penélope (risas). Ella sería una gran directora, actuaríamos encantados con ella.