Los consumidores que desean incrementar la ingesta de verduras eligen esta opción para cultivar en sus hogares. ¿De qué se trata? Semillas brotadas o pequeñas plantillas con muchas propiedades nutritivas y funciones antioxidantes.

Según investigadores del INTA, el consumo de los germinados y brotes es milenario, data de más de 4 mil años en la cultura oriental. Antes de ser empleados en la elaboración de comidas, fueron utilizados como productos medicinales.

Germinados, brotes y microgreens, ¿en qué se diferencian?

Los germinados son semillas apenas brotadas (entre 1 y 2 días) que requieren condiciones óptimas de oxígeno, humedad y temperatura para su germinación. Un proceso que aumenta notablemente sus propiedades nutritivas como minerales y vitaminas convirtiéndolas en un alimento muy valioso.

Los brotes requieren mayor desarrollo radicular, nacen los cotiledones entre los 3 y 7 días y se consume la plántula completa.

En el caso de los microgreens son hortalizas pequeñas y tiernas que también tienen hojas y un sabor más pronunciado. Es necesario esperar entre 7 a 20 días desde la siembra para consumirlas, sin la raíz. Los más conocidos, rúcula, apio, cebolla, acelga, brócoli, remolacha y calabaza.

Beneficios

Los especialistas del INTA aseguran que los germinados y brotes, al ser alimentos vivos, influyen favorablemente en nuestro organismo. Ayudan a prevenir la anemia, favorecen el sistema inmunológico, los procesos de desintoxicación, depuración y eliminación de residuos almacenados en los tejidos o en la sangre.

Los microgreens son ricos en minerales, vitaminas, fitonutrientes y antioxidantes, fáciles de digerir, convirtiéndolos en alimentos funcionales sumamente beneficiosos para la salud por su gran aporte nutricional.