La Municipalidad de Corrientes habilitó a la Cámara Provincial de Empresarios de Eventos de Corrientes (Capeec) a la reincorporación de juegos inflables, peloteros, camas elásticas y metegoles en sus ofertas para las fiestas infantiles. Si bien desde diciembre abrieron sus locales para el alquiler, ahora podrán utilizar estos espacios de recreación con un protocolo de higiene de los elementos de diversión.

Son una docena de salones de eventos en la ciudad de Corrientes que empezaron a ofrecer talleres de recreación infantil y colonia de vacaciones en espacios controlados con un protocolo sanitario, aseguraron a este diario.

“Nuestros salones están habilitados desde diciembre, pero no podíamos ocupar los juegos. Ahora logramos que nos autoricen para poder usar como lo están haciendo en varias provincias: La Pampa, Mendoza, Salta, Jujuy e incluso algunas localidades del interior de Corrientes”, explicó la presidenta de la Capeec, Silvia Cubillas.

Están trabajando con cupos de hasta 10 niños, y la mayoría de los salones ofrecen reservas pero también la posibilidad de que las familias puedan ir en cualquier momento del día, ante la escasez de clientes que dejaron los 9 meses sin actividad por la pandemia de COVID -19.

El proceso de adaptación a la pandemia de covid-19 para los salones infantiles comenzó en diciembre del año pasado, cuando la Municipalidad les habilitó la apertura con la propuesta de incorporación del protocolo de sanidad pública utilizado por los bares correntinos.

“Después de 10 meses nos autorizaron a usar los juegos cuando nosotros pedíamos por favor que nos autoricen porque veíamos que los chicos iban a las plazas y jugaban, por lo que también podíamos hacerlo nosotros”, señaló Cubillas, y añadió que los clientes consultaban por el uso de los espacios comunes de diversión, pero al no tener la venia municipal no podían hacer ningún tipo de reservas.

El protocolo es similar al que ya se utiliza en los bares capitalinos, con distancia de dos metros entre las mesas, limpieza constante de los juegos y la firma de una declaración jurada con datos personales de los asistentes al ingresar al espacio; y sólo el 50% de la capacidad del local.

Es un proceso que ya se dio con los boliches y locales bailables, que ante la crisis prefirieron adaptarse, desde julio, a la modalidad de restó-bares con protocolos específicos.

Fuente: El Litoral.

l.g