Muchas personas son conscientes del daño que ocasiona la pirotecnia que se utiliza para los festejos de fin de año pero pocos saben qué es lo que vive y sufre una persona con autismo en esta época del año que lejos está de ser una celebración.

Los ruidos fuertes hacen que el “festejo” se transforme una profunda desesperación porque la hipersensibilidad auditiva se hace presente y ocasiona un malestar general que muchas veces, tiene consecuencias terribles.

Para entender un poco sobre este tema, hablamos con el Dr. Horacio Joffre Galibert es presidente de ApaDeA, la asociación argentina de padres de autistas pero además, es papá de Ignacio, que hoy tiene 36 años y sufre de autismo grave.

Lo fundamental es tener en cuenta que la pirotecnia no es realmente necesaria para festejar. Pero además, si sos vecino o tenés algún conocido que tiene autismo, acercate a la familia y preguntá cómo podes colaborar para prepararlos para las fiestas que suele ser una época muy estresante para ellos.

La contención afectiva juega un papel clave para disminuir el impacto de la pirotecnia más que nada en los más chicos y por eso, es importante tener la información y saber qué hay que hacer en cada caso y cómo se puede ayudar. Recordá siempre que un granito de arena puede representar un cambio muy grande en la vida de otra persona.

l.g