El secretario de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, tomó contacto ayer con la prensa local, tras inaugurar la primera estación saludable de la provincia y la cuarta a nivel nacional. Al ser consultado por este matutino sobre los índices de pobreza que dio a conocer el Indec la semana pasada, que dejan a Corrientes a la cabeza de la tabla, el funcionario nacional sostuvo: Miramos los datos de pobreza desde la Secretaría con preocupación. Rubinstein puso el foco en la importancia de la cobertura universal de salud y remarcó que la cobertura universal apunta a cerrar las brechas de disparidades sanitarias producto de los diferenciales socioeconómicos.

La provincia de Corrientes es una de las provincias que estamos tratando de trabajar mucho más estrechamente en la cobertura universal, en la ayuda de insumos, en el trabajo técnico que permita fortalecer a los equipos de la provincia que son muy buenos. Esta provincia tiene un excelente nivel sanitario y la verdad es que está destinado una gran cantidad de recursos a tratar de solucionar este tema de las disparidades.

Al ser consultado sobre el tema, precisó: La obesidad hoy es una enfermedad de la pobreza, no es una enfermedad de la abundancia, particularmente la obesidad infantil, porque muchas veces se piensa que la obesidad es un tema que compete a las sociedades afluentes, no es más así.

La diabetes, la hipertensión, las enfermedades cardiovasculares, son enfermedades de la pobreza, por la mala calidad nutricional de los alimentos que consumen.

Por supuesto los pobres son los que consumen peor calidad nutricional, harinas, poca fibra, pocas proteínas. Ante el panorama, indicó que a lo que se apunta por medio del plan nacional de lucha contra el sobrepeso y la obesidad infantil, al que ayer Corrientes se sumó por medio de la firma de un convenio, es a lograr concientización y mejorar los circuitos mediante los cuales los alimentos frescos sean más asequibles.

Trabajamos para generar los circuitos de compras más fácilmente, afirmó.

En tanto, al ser consultado sobre el elevado consumo de harinas y azúcares que afectan de lleno a la población infantil pobre, remarcó que es uno de los temas que mayor preocupación genera, sobre eso es a lo que estamos apuntando, dijo. Asimismo, al ser interpelado sobre los usos y costumbres de regiones como el Norte, donde las harinas forman parte de la alimentación diaria, Rubinstein indicó que sin dudas es un tema de usos y costumbres, dignamente, cómo hacemos para que en Corrientes se deje de comer chipá, disparó.

Convenio

Además, ayer el Ministerio de Salud de Corrientes firmó con la Secretaría de Salud de la Nación un convenio para formar parte del plan de lucha contra la obesidad y el sobrepeso infantil.

Este convenio que firmamos con el programa de lucha contra la obesidad infantil no se trata de atender un problema estético, sino un problema que es realmente importante, porque la obesidad infantil es el germen de todas estas enfermedades, de las cuales dos o tres décadas más tarde nos enfermamos y después nos morimos.

Se trata de un tema central, enfatizó el ministro de Salud, Ricardo Cardozo.

En tanto destacó: Una de las luchas de nuestro plan de salud fue desde el inicio contra la obesidad y el sobrepeso, este convenio es un pequeño paso, es una batalla que la tenemos que dar Estado y toda la población, remarcó. Rubinstein agregó que este convenio implica el trabajo conjunto del Ministerio de Salud, Educación y Desarrollo Social, ya que se trata de entornos escolares saludables, dando guías y recomendaciones a todas las provincias, esto es un camino de prevención.

Y amplió: Es importante que la Provincia genere estrategias para prevenir y combatir la obesidad infantil, porque no sólo tiene consecuencias en cuanto a las enfermedades crónicas que estos niños pueden tener en tres décadas, sino que hoy están afectando el desarrollo escolar en bullying, en estigmatización, que también puede afectar en el futuro.

l.g