La Asociación de Remiseros de Corrientes comenzará esta semana a evaluar la posibilidad de aplicar un incremento en la tarifa a partir de abril, dependiendo de cómo se encuentre la demanda del servicio durante los próximos días.

La última actualización aplicada fue en noviembre, cuando el mínimo pasó de $38 a $45, y un eventual aumento sería a $50 con el fin de mejorar la rentabilidad ante las subas de los costos de los insumos y del combustible que se vienen registrando desde el 2018. Según señalaron desde la Asociación de Remiseros de Corrientes, en los últimos meses los trabajadores del volante fueron absorbiendo los incrementos de costos que fueron registrando, acompañados por una demanda que no registró bajas drásticas sino mermas temporales.

En este sentido, el titular de la Asociación de Remiseros de Corrientes, Juan Castillo, manifestó que en los últimos días del mes van a evaluar la demanda actual del servicio para ver si es conveniente la aplicación de un incremento en la tarifa que les permita mejorar la rentabilidad.

En noviembre hemos homologado un incremento de tarifa a $50, pero solamente hubo un incremento de $38 a $45 con el objetivo de dejar un margen para más adelante.

Asimismo, también pasaron los tres meses establecidos para una nueva suba, por lo que vamos a analizar cómo se mantiene la demanda y si es conveniente una suba tarifaria, explicó el referente de los trabajadores del volante.

Hasta el momento no hubo una demanda masiva de incremento por parte de los trabajadores para un ajuste de la tarifa, pero vamos a comenzar con las conversaciones en el sector para ver si es conveniente aplicar una suba debido a que el poder adquisitivo de los usuarios también se ve afectado por la situación económica, señaló Castillo. Por ello, podrían pasar la tarifa mínima de $45 a 50 pesos.

l.g