La Leishmaniosis es una parasitosis zoonótica producida por un protozoario del género Leishmania, y se considera una enfermedad reemergente, y un problema creciente en Salud Pública.

La distribución geográfica de la transmisión de esta enfermedad está limitada por la distribución del vector. Sin embargo, el vector se encuentra en dispersión activa, actualmente comprobada hasta el centro sur de la provincia de Entre Ríos.

El reservorio principal de la leishmaniosis visceral urbana es el perro doméstico infectado (con o sin síntomas).

En ese sentido, desde la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE el “Servicio de Diagnóstico de Leishmaniosis” tuvo un rol relevante en el seguimiento de la enfermedad y del riesgo de transmisión vectorial, según destaca el Dr. Eduardo Llano, responsable del servicio.

Destacó que se viene trabajando en articulación con organismos provinciales, municipales y nacionales para el seguimiento de casos.

Para los especialistas, el manejo de la información es clave para estimar el impacto de la enfermedad, y además definir acciones a implementar.

En la confirmación diagnóstica de casos sospechosos, el Servicio de Diagnóstico de Leishmaniosis utiliza dos métodos complementarios de laboratorio: a) indirecto (serológico), mediante el Test rápido inmunocromatográfico Kalazar Detect Canine que detecta anticuerpos contra un antígeno recombinante específico; y b) directo (parasitológico), a través de la observación microscópica del amastigote, en muestras obtenidas por punción de medula ósea.

Esta información es volcada a un plano digital de la ciudad de Corrientes, discriminando los casos positivos y negativos por año de estudio.

Los casos confirmados de Leishmaniosis Visceral Canina son notificados al Ministerio de Salud Pública de la Provincia de Corrientes, y recientemente fue incorporado al servicio el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentina (SISA).

En tanto, respecto a la transmisión vectorial, desde el año 2015, el servicio de la UNNE lleva a cabo capturas de vectores intra domicilio,  utilizando trampas de luz tipo CDC, durante tres noches consecutivas, con técnicas de aclaramiento convencionales, imágenes obtenidas con cámara digital fijada al microscopio, diferenciando los descriptores morfológicos característicos que permiten la identificación de las especies a través de claves taxonómicas.

Con el análisis del material obtenido se demuestra la distribución y expansión de la enfermedad en los distintos barrios de la ciudad.

De acuerdo a los datos del servicio, en el año 2011 hubo 14% de casos confirmados en la ciudad de Corrientes, 23% (2012), 29% (2013), 28% (2014), 23% (2015), 40% (2016) y 41% de casos confirmados en el año 2017.

Respecto a la frecuencia de las especies de Lutzomyias  registradas, el 73% fue L. longipalpis, 17% L. neivai y 10% otras Lutzomyias.

El doctor Llano reiteró que el registro de la información posibilita estimar el impacto real de la enfermedad, y utilizar esa información para definir acciones a implementar.

Destacó asimismo la importancia del trabajo colaborativo con los organismos de salud municipal, provincial y nacional en el control y prevención de la Leishmaniosis Visceral Canina Urbana en la ciudad de Corrientes.

Un resumen de las acciones del “Servicio de Diagnóstico de Leishmaniosis” de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UNNE, en colaboración con organismos provinciales, municipales y nacionales,  fue expuesto en el

“II Congreso Internacional de Zoonosis y IX Congreso Argentino de Zoonosis, realizado en Buenos Aires”.

l.g