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La mayor estafa en argentina, al estilo Boston Continental, al desnudo

2018-09-18 09:54:23 |Mismo procedimiento, idénticas maniobras. Esa famosa "financiera" que dejó un tendal de víctimas e Corrientes, tiene un parangón a mayor escala. Así como políticos correntinos y empresarios se inquitearon, muchos nombres importantes del país estarían implicados. ¿Quién es y qué sabe el primer arrepentido de la mayor estafa de la historia argentina? Pablo Andrés Willa fue un abogado clave en la creación de la trama de la empresa Hope Funds: la jueza Servini lo procesó por lavado. Tras pasar dos días detenido, Willa decidió negociar
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El abogado Pablo Andrés Willa no había dicho demasiado, nunca admitió nada en sus dos indagatorias ante la Justicia federal en el marco de la causa que investiga la mayor estafa de la historia argentina. 48 horas en una celda común le harían cambiar de opinión.

La AFIP y la PROCELAC habían encontrado su nombre por primera vez en 2014 cuando denunciaron a Enrique Blaksley Señorans y a su empresa madre, la financiera Hope Funds, por lavar dinero a gran escala junto a otros delitos como defraudación y evasión agravada. Willa, experto en derecho comercial, cabeza de su propio estudio y profesor en una prestigiosa universidad privada según su currículum online, había sido el letrado original de Blaksley y los emprendimientos vinculados a Hope Funds tras conocer al empresario en 1998, un vínculo que duró 14 años. Fue señalado como una suerte de estratega, un cerebro, "el arquitecto jurídico del holding", según razonó la jueza María Romilda Servini en un escrito días atrás, con personal de su propio estudio apostado en las oficinas de la empresa de Blaksley.

El esquema de lavado parecía muy grande: solo tres de 521 inversores que le entregaron su dinero a Blaksley podían justificar sus ingresos de acuerdo a la denuncia inicial que recayó en el juzgado de Sandra Arroyo Salgado, con 189 millones de pesos en reportes de operaciones sospechosas detectadas por la UIF. La causa eventualmente cambió de manos, con un pase de jurisdicción a Comodoro Py y una nueva instrucción a cargo de la jueza María Servini y la fiscal Alejandra Mangano.

Dos contratos de mutuo firmados por un solo inversor por casi 19 millones de pesos fueron el comienzo del problema para el abogado Willa. Un escrito de la Sala I de la Cámara Federal de San Martín apuntó que el inversor no solo no podría justificar su plata: los desembolsos se habrían hecho en efectivo. También, la Justicia pudo saber tras cotejos que las firmas estampadas en los documentos de los contratos serían falsas.

Blaksley, al ser indagado, no solo culpó a Willa por crear el modelo de contratos: lo responsabilizó por traer al inversor de los casi 19 millones. El inversor, por su parte, declaró en la causa y aseguró haber firmado los papeles cuestionados en el estudio de Willa.

El nombre del abogado se extendía hasta el proyecto Verazul, el megaemprendimiento inmobiliario fallido de Blaksley para crear un barrio cerrado alrededor de una laguna en Pilar, cuyo desarrollo está frenado por la decisión de dos jueces federales. La firma Willa Servicios Fiduciarios fue creada en 2012 de acuerdo al Boletín Oficial con el objeto social de actuar como fiduciario en contratos de fideicomiso y con el abogado como accionista en el directorio.

La IGJ aportó información sobre WSF a la causa de Servini: Grileon, otra de las empresas investigadas por Servini en el entramado Blaksley, había actuado como fiduciante para Verazul con el aporte de un inmueble por 16 millones de dólares de acuerdo a documentos de la Justicia federal. Willa Servicios Fiduciarios se llevaría "un 20 por ciento de las ventas brutas por lotes del emprendimiento" en concepto de honorarios.

Willa había sido llamado a indagatoria en el comienzo de la causa por lavado por el Juzgado Federal N°2 sanisidrense de Arroyo Salgado, presentó un descargo por escrito en donde negó conocer al inversor de los casi 20 millones. Infobae lo contactó para que diera a su versión a comienzos de 2017: el abogado se negaba a hacer comentarios, pedía un poco nervioso que su nombre no saliera en el diario.  Eventualmente, el nombre de Willa volvería a la trama Hope Funds y a Comodoro Py: Servini lo llamó otra vez a indagatoria este abril último.

Willa efectivamente declaró de vuelta, pero las cosas no le salieron bien. La jueza federal lo procesó con prisión preventiva el 29 de agosto último por al menos 318 casos de estafa reiterada en concurso ideal con el delito de captación de ahorros y tres casos de lavado de activos. Pidió su captura inmediata para el día siguiente de la firma del procesamiento y le impuso un embargo sideral de 2800 millones de pesos, apenas 200 millones menos de lo que pidió para Blaksley mismo.

El abogado no tuvo que ser arrestado por ninguna fuerza de seguridad. Se entregó él mismo en Comodoro Py tras enterarse del pedido en su contra a mediados de la semana pasada.

Así Willa pasó dos días en la alcaidía de los tribunales de Retiro y luego salió, no porque fuera sobreseído, no porque fuera absuelto: fuentes alrededor del expediente Hope Funds confirmaron a Infobae que negoció declarar como arrepentido, el primero en la investigación de la mayor estafa de la historia argentina, con un acuerdo planteado por su defensa y luego homologado por el Juzgado Federal N°1, con una posterior excarcelación. "Quiere colaborar", dicen cerca de él.

Willa tendría motivos personales de sobra para declarar en contra del presidente de Hope Funds, voces que conocen los movimientos privados de los protagonistas hablan de un fuerte encono de Willa hacia Blaksley. Blaksley le debe y mucho. Willa mismo lo dijo ante Servini: "Importante deuda de honorarios", declaró.

En su indagatoriadel 18 de abril, Willa describió al financista como una suerte de regente inflexible, con un estilo de manejo "personalizado, unitario, egocéntrico y obsesivo", que desoía sus consejos a pesar de no haber estudiado Derecho, que ni siquiera lo invitó a los partidos de exhibición que Hope Funds sponsoreó con estrellas globales como Roger Federer y las hermanas Venus y Serena Williams a un costo estimado de inversión de casi cuatro millones de dólares.

El abogao dijo también que "nunca" firmó contratos con fiduciantes ni tuvo documentación original, que Blaksley guardaba toda su documentación en una habitación ignífuga con alarmas y acceso restringido, una suerte de bunker ubicado en la central de Hope Funds en la avenida Sarmiento. Señaló contadores y asesores fiscales, habló de maniobras que lo corrieron del proceso de decisiones de Blaksley para terminar suplantado por Francisco Blaksley, hermano del empresario, que habría auditado todo su trabajo. "Jamás tuvimos firma autorizada en el banco para emitir cheques y ni siquiera teníamos la clave fiscal", afirmó.

Luego respondió preguntas: señaló al socio minoritario de Hope Funds, Federico Dolinkué y a Verónica Vega, cuñada de Blaksley cuya excarcelación fue denegada días atrás, el primero "a cargo de la tesorería y manejo de los fondos" y la segunda como "gerente general." También admitió, a su manera, ser un supuesto estafado más: declaró que invirtió en Hope Funds unos 100 mil dólares "que figuran impagos, en mora."

Francisco Blaksley también fue indagado en el Juzgado Federal N°2. Contradijo al abogado en varios puntos. Afirmó  que nunca tuvo que auditar su trabajo, que el estudio Willa "era el estudio de cabecera… desde asesoramiento hasta representarlo en juicios" y que tambiénconfeccionaba los modelos de contratos.

Willa encontró también otro escollo que no lo favorecía en su relato: su propia computadora. "Dentro de la información extraída de la CPU de Willa se encontraron documentos que permiten reafirmar que la idea del grupo Hope Funds era tratar de obtener la mayor cantidad de ganancias posibles para su provecho personal a costa de sus inversores", asegura el último procesamiento en su contra.

Un análisis de su propia máquina incautada por la Justicia reveló, por ejemplo, dos contratos celebrados por Blaksley, uno en 195 mil dólares y un documento con fecha de 2011 llamado "Reorganización Societaria Hope Funds" en el cual la Justicia federal deduce un plan no solo de no devolver la plata a sus inversores, sino también de no pagarle al fisco además de "generar mayores honorarios al CEO", según el documento mismo.

En el nuevo plan de reorganización, Willa marcaba la ruta para seleccionar operaciones offshore, un camino complicado que llevaría a Hope Funds a aparecer en la trama de los Panama Papers, con paraísos como Suiza, Uruguay y el estado de Delaware en Estados Unidos, así como Panamá y las Islas Vírgenes Británicas, donde Blaksley eventualmente compraría departamentos y montaría sociedades para su holding como Marketsite y un esquema de manejo remoto de cuentas.

El ex abogado de Blaksley aseguró que nunca firmó contrarios, pero la defensa de Blaksley aportó lo contrario: aseguró en un informe reciente que Willa Servicios Fiduciarios lo hizo por más de un millón y medio de pesos.

Hernán Vega, abogado del estudio Iezzi & Varone que representa junto a Victor Varone a un grupo de damnificados que aseguran haber sido estafados por el entramado de empresas de Hope Funds, confía en que el arrepentimiento del histórico abogado de Blaksley "seguramente acelere el proceso probatorio y la identificación de activos" para que los damnificados recuperen su dinero.

Días atrás, Blaksley mismo había ampliado su indagatoria con una nueva estrategia para salvarse: señaló negocios con nombres de peso que todavía darían dinero que podría entregarle a sus acreedores para manejar su situación. El querellante Gonzalo Romero Victorica, denunciante original en la causa por estafa junto al abogado Ezequiel Altinier, no está tan dispuesto a comprar sus dichos. "Ya nadie cree en las tretas dialécticas del alicaído Blaksley; todavía se espera su sincero y eficaz arrepentimiento y consecuente colaboración, para develar el destino de los multimillonarios fondos en dólares de los que despojó a miles de personas, y que sin dudas están escondidos en sociedades y en cuentas por distintos lugares del mundo", asevera el abogado.

Los contenidos del arrepentimiento de Willa todavía son secretos. Qué dijo el ex abogado de Enrique Blaksley y Hope Funds tras cambiar de status es algo que se mantiene en estricta reserva por los investigadores. Su declaración, aseveran fuentes, no habría apuntado a algún depósito de plata secreta o al recupero de fondos, sino a pistas para nuevas líneas de investigación en el entramado Hope Funds.
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