POLICIALES

Crimen del vidente: la hipótesis de un cliente “disconforme”

2018-09-15 09:36:30 |El colombiano asesinado a puñaladas cobraba por sus ejercicios del tarot. Hay anotaciones en cuadernos sobre decenas de personas que acudían a él por problemas económicos, de pareja y de salud. Una de ellas le habría manifestado que sentía haber sido estafada.
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El vidente tarotista ultimado de varias puñaladas en el barrio Primera Junta de la capital de Corrientes conocía a su asesino. Esa casi certeza se desprende de una serie de pistas que la Policía recabó durante los días posteriores al crimen, ocurrido en la tarde del lunes 10 de septiembre. En este sentido, la principal hipótesis apunta a que el homicida sería un “cliente” de César Solen Tovar Bravo, de 42 años.

El secuestro de teléfonos celulares y anotaciones en cuadernos serían la punta del ovillo para intentar llegar al responsable del crimen.

De acuerdo a información conocida, la teoría de un homicidio en ocasión de robo quedaría descartada de plano. Nunca hubo indicios de una agresión con finalidad de sustraer algo de la vivienda que alquilaba Tovar Bravo en la esquina de Cazadores Correntinos y Pueyrredón.

Adentro del inmueble nada faltaba. Incluso dieron con una importante suma de dinero: algo más de 30 mil pesos y otros elementos que resultarían tentadores para algún ladrón.

El tarotista, de nacionalidad colombiana, fue atacado aquel día a eso de las 17:30. Dos jovencitas lo hallaron sin vida sobre la vereda de la propiedad que rentaba, adonde llegó tratando de buscar ayuda a pesar de seis heridas: cuatro puñaladas profundas y dos cortes.

En principio, las estimaciones indicaban que la agresión mortal sucedió en la vía pública. Sin embargo, los trabajos de pericias situaron el escenario del crimen a una habitación en la que el extranjero ejercía su desempeño como “adivino”.

Para acceder, el inquilino tuvo que abrirle la puerta a quien luego se transformaría en su asesino.

Tovar Bravo era conocido como “El Profesor Guayacundo”. A él acudían personas aquejadas ante distintos problemas. Sus consultas más frecuentes, a decir de los indicios encontrados, eran relacionadas, principalmente, a cuestiones de la salud, el amor y las económicas.

Trascendió que uno de los presuntos clientes, desde días antes del homicidio, habría demostrado cierta disconformidad con los “trabajos” del vidente tarotista, por los cuales seguramente abonó determinada cantidad de dinero. En pocas palabras, creía ser víctima de una estafa y se lo hizo saber en un par de ocasiones, de acuerdo a testimonios con los cuales contarían los detectives.

Esta línea de investigación es la de mayor robustez. Hay un par de nombres dando vueltas en el caso. Hasta el momento son meros sospechosos.

Las próximas horas serían importantes en cuanto a algún avance significativo.

Vecinos del lugar comentaron a este medio que no era común ver al hombre socializando con otras personas del barrio. En cambio, sí resultaba frecuente ver personas ajenas a la zona entrar y salir de esa casa alquilada unos pocos meses antes.

El asesinato fue cometido con un arma blanca de tamaño importante, la cual no fue encontrada.

Una presunción también bastante fuerte apunta a que el autor material del hecho, posiblemente, tuvo la activa colaboración de un cómplice.

Además, en las inmediaciones al inmueble fue observado rato antes un vehículo estacionado.

Intervienen las autoridades de la comisaría seccional Decimonovena, la División Homicidios dependiente de la Dirección de Investigación Criminal y la Fiscalía 5, a cargo de Graciela Fernández Contarde, en consonancia con el Juzgado de Instrucción 5.

l.g
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