Apple busca que los usuarios cambien sus dispositivos por otros más nuevos y más caros para aumentar sus ingresos, en momentos en que la demanda mundial de teléfonos inteligentes se está estabilizando.

La estrategia ha ayudado a Apple a convertirse en la primera empresa estadounidense que cotiza en bolsa a alcanzar un valor de mercado de más de 1 billón de dólares a principios de este año.

Las acciones de Apple caían un 0,9 por ciento en el Nasdaq.

Los nuevos teléfonos, basados en el iPhone X lanzado el año pasado, fueron bautizados XS y XS Max. El nuevo iPhone XS tiene un pantalla de 5,8 pulgadas y el iPhone XS Max, de 6,5 pulgadas, en línea con las expectativas de Wall Street.

Apple usa el sufijo 'S' cuando actualiza componentes, pero deja el exterior de un teléfono igual. El iPhone X del año pasado -o "diez"- representó un importante rediseño del producto más exitoso de la compañía.

La compañía abrió su evento diciendo que su nueva gama de relojes Apple Watch Serie 4 tendrá pantallas sin bordes, como sus últimos teléfonos, y que son más de un 30 por ciento más grandes que las pantallas de los modelos actuales.

El nuevo reloj es promocionado como un dispositivo de salud más completo, que puede detectar el latido cardíaco irregular e iniciar una llamada de emergencia automáticamente si detecta la caída de un usuario.

l.g