No conformado sin embargo con la muerte de su ex colega, albergó una esperanza de que la noticia no fuera cierta: "Quiero realmente saber qué pasó" declaró acongojado. Inmediatamente comunicó que se había decretado tres días de duelo en el país.

Hoy Lula cumple 65 años y justamente celebraba la fecha en el acto público cuando se vio cómo se alteraba su rostro. Al despedirse dijo que se dirigía a Brasilia.

Esta corresponsal habló con el Palacio del Planalto y con la Cancillería de Brasil. En ambos lugares le informaron de notas que ya estaban por salir. También existiría un interés de Lula de hablar directamente con la presidenta Cristina Kirchner antes de viajar a Buenos Aires para asistir al sepelio