Su destreza en el escenario, sensualidad, carisma y sus canciones, hicieron enloquecer el viernes por la noche a las cerca de nueve mil personas que se dieron cita en el Club Huracán para disfrutar del show que forma parte de su gira “No hay imposibles”, con el que recorrerá 25 países. Chayanne enardeció a sus fanáticas, pero éstas quedaron con ganas de más ya que por menos de hora y media, el artista portorriqueño no colmó las expectativas de muchas de ellas quienes esperaban un espectáculo más largo en su primera visita por suelo correntino.
La histeria colectiva era masiva desde varias horas antes del show. Miles de jóvenes y mujeres de todas las edades, así como maridos, novios e hijos acompañantes, se apostaron desde temprano haciendo fila en las inmediaciones del club para tener un cómodo lugar que les permitiera disfrutar de la visita de su ídolo.
En un escenario montado por su propia organización el artista inició su actuación, a las 21:45, e irrumpió ante el griterío del público, apareciendo entre una nube de humo, tras una previa de sus bailarines y banda. De entrada cantó dos temas seguidos iniciando con “Provócame” y luego “Lola”, con la ovación constante de las miles de fanáticas, que con sus cámaras fotografiaron de continuo la actuación del ídolo mientras que a los reporteros gráficos sólo se les permitió tomar imágenes de esas dos primeras canciones y se les asignó una ubicación bastante distante al escenario del artista desde donde fue casi imposible una buena visión del espectáculo.
Chayanne, saludó antes del tercer tema diciendo: “Hola mi querida Corrientes. Buenas noches mi gente, gracias por venir. Eso se lleva aquí” -se tocó el corazón- y el delirio fue total desde todos los sectores del estadio.”Por eso, y como siempre digo, esta noche pueden hacer con nosotros ¡¡lo que quieran!!‘, gritó el artista, secundado por seis bailarines, entre ellos dos mujeres, una morocha y una rubia, que conformaron durante el show, sensuales cuadrados con él, en relación directa con los temas que fue entregando secundados por los gritos de la concurrencia. Prosiguieron así “Un siglo sin ti”, “Si no estás”, “Caprichosa”, “Y tu te vas”, “Cuidarte el alma”, “Tu boca”, “Guajira”, “Atado a tu amor”, “Candela”, un popurrí con algunos temas de sus primeros discos y “Lo dejaría todo”, “Salomé”, “Besos en la boca”, “Tiempo de bals” y finalizó con toda fuerza y con el acompañamiento de una bailarina española el tema “Torero”.
La destreza del artista se verificó durante todo el show, bailando a la par de sus acompañantes e incluso haciendo gala de un envidiable estado físico.Con cinco pantallas gigantes detrás, una escalera color blanco en el medio del escenario y dos pequeñas pantallas en los laterales (las cuales cayeron a la mitad del show producto del fuerte viento), el portorriqueño realizó tres cambios de vestuario. Al aparecer lo hizo con un pantalón negro, camisa lila y una pequeña campera, al promediar la hora irrumpió con una nueva camisa negra con detalles rojos; para finalizar su show con una remera ajustada gris y un jeans roto en la zona de su rodilla izquierda.

Durante la menos de hora y media que duró el espectáculo, no tuvo mucha interacción con su público, pero en ellas exaltó al amor y dedicó uno de sus temas a todos los presentes: ‘Lo dejaría todo‘ y les dijo: “Este tema se los dedico a todos los que están muy enamorados y les digo, no dejen nunca que se convierta en una rutina”. Cerca de las 23:20 culminó el show. “Cuando quieran que regrese me llaman que yo vuelvo”, gritó y salió bajando por el medio del escenario. La gente quedó atónita esperando otro tema, pensando que fue solo un amague, pero no, se despidió así hasta su próxima visita. Muchas quedaron con ganas de más y se vieron rostros disconformes. Ahora, habrá que conformarse escuchando su CD